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El papel del emprendedor y el emprendedor de papel

En los últimos años el emprendimiento ha cobrado una gran importancia dentro de nuestra economía, todos los días vemos negocios que surgen de la nada, principalmente motivados más por el entusiasmo que por el conocimiento y de igual forma como los vimos aparecer, los vemos irse con sus planes y sus ilusiones hechas pedazos ante la falta de respuesta de un público cada vez más exigente. Vemos a diestra y siniestra estímulos para que las personas emprendan su propio negocio, aunque, a decir verdad, no todo el mundo tiene madera para el emprendimiento.

Con tristeza veo que la mayoría de los emprendimientos se concentran en nichos de atención directa al consumidor final y por alguna extraña razón las historias se repiten, restaurantes, cafeterías, cervecerías artesanales y agencias de marketing digital son los conceptos más socorridos por aquellos que desean iniciar un negocio propio. Existe un mercado sumamente importante para atender a otros negocios es decir el nicho B2B en materias primas, servicios, subensambles, etc. Sin embargo, son muy pocos los emprendedores que tratan de atacarlo, tal vez porque no resulta tan glamoroso como una cafetería o tan rimbombante como decir tengo una agencia de marketing digital.

El papel del emprendedor es más importante de lo que se piensa, el 81% de los empleos en México son generados por pequeñas y medianas empresas y esto no es en absoluto despreciable, su contribución al producto interno bruto es algo que no puede soslayarse, pero, para que esto pueda continuar con su tendencia es necesario que estas empresas sobrevivan y prosperen, cosa que, si carecen de una propuesta única de ventas y una administración inteligente difícilmente puede ocurrir.

Por otro lado, veo a los que he dado en llamar emprendedores de papel, son aquellos que decidieron iniciar un negocio, invirtieron en su imagen, dieron de alta su razón social, se reúnen en cada networking de emprendedores presumiendo el mismo que, no solo no tiene un producto tangible, sino que no tiene un solo cliente y no ha facturado un centavo jamás, es decir, existe solo en el papel porque su CEO sigue trabajando de tiempo completo o peor, es mantenido por sus papás.

Si somos realistas es mucho más emprendedora la señora que decide vender zapatos por catálogo entre sus amistades o aquel que se atreve a vender bebidas energéticas en un crucero ¿por qué? Porque están, desde su trinchera, generando un movimiento de efectivo, son dueños de su tiempo, hicieron una inversión en inventario y contribuyen a la economía. La mayoría de ellos no conoce lo que es una reunión de networking, desconoce lo que significa B2B, B2C o marketing digital, no tienen un logo o una tarjeta de presentación, pero cuentan con la tenacidad que la necesidad les ha infundido y saben que de su esfuerzo depende su éxito, por lo tanto, se levantan todos los días y hacen lo mejor que pueden con lo que tienen.

No se trata de desanimar a nadie, pero competir vendiendo exactamente lo mismo que una empresa multinacional con muchos más recursos es una misión sumamente difícil y las posibilidades de supervivencia son pocas. Casi cualquier persona puede producir una hamburguesa de mejor calidad que la empresa de comida rápida líder en el mercado, pero el sistema que hay detrás de ello es algo que no se puede replicar de forma sencilla.

El desarrollo de una propuesta única de venta, ofrecer algo que no tengan los demás, abordar nichos de mercado rentables y consistentes, aunque no resulten glamorosos, incrementan las posibilidades de éxito de cualquier emprendimiento por pequeño que este sea.

Muchos emprendedores reales y de papel pierden de vista un objetivo importante, un negocio se trata de generar dinero, si ese no es su objetivo al emprender, entonces está emprendiendo algo diferente, no que esto sea algo malo, sino que habría que llamarle de otra forma.

El papel del emprendedor tiene un peso específico dentro de nuestra economía y requerimos muchos más emprendedores, el emprendedor de papel tiene el valor que tiene el papel en el cual está impresa su documentación, al menos mientras no empiece a moverse y a contribuir a mover esos negocios que tanta faltan nos hacen.

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